De entornos personales de aprendizaje

El crecimiento de las redes en internet y el aumento en número de sus usuarios han cambiado radicalmente la manera en que nos desevolvemos dentro de este entramado social. Las herramientas tecnológicas para la comunicación, organización, creación y publicación de contenidos son ofertadas en una cantidad tan grande que podrían agobiar a cualquier ciber-usuario; sin embargo, el conocimiento y el uso adecuado de estas herramientas web 2.0 suponen una autonomía del internauta en favor de su propio aprendizaje.


Creo que es importante que reflexionemos sobre cómo vamos aprendiendo a través de esta red, y cómo podemos fomentar cambios en las metodologías de nuestras clases, sean presenciales o a distancia.

Conociendo nuestro PLE


Wikipedia define a los Entornos Personales de Aprendizaje (PLE en inglés) como “sistemas que ayudan a los estudiantes a tomar el control y gestión de su propio aprendizaje. Esto incluye el apoyo a los estudiantes a

• Fijar sus propios objetivos de aprendizaje

• Gestionar su aprendizaje, la gestión de los contenidos y procesos

• Comunicarse con otros en el proceso de aprendizaje

y lograr así los objetivos de aprendizaje”.

¿Y qué sistema es éste del que habla la popular wiki? Imagina que eres usuario de una red social como Facebook, donde te comunicas con tus conocidos pero además estás en contacto con gente que publica contenido de tu interés, por ejemplo, la física. Para poder compartir tus intereses, buscas información en la red y encuentras páginas y blogs de ciencia, que te llevan a más blogs en una ola casi interminable de información. Entonces creas una cuenta en un lector de RSS (como Google Reader) que te guarda y organiza todos estos blogs para poder leerlos en un solo lugar -como un periódico-.
Te das cuenta que muchos de los creadores de los blogs utilizan otras redes sociales como Twitter o Google+, creas una cuenta allí y te contactas con más personas que, aunque no conozcas, publican material de física que también te llama la atención. Por gusto, comienzas a retransmitir esa información y decides crear tus propios contenidos en las redes y en tu blog. Incluso encuentras más herramientas para crear presentaciones, videos, diagramas, podcasts y documentos en línea; todas ellas en sincronía con las redes sociales que ya utilizas.
Como no sólo la física es de tu interés sino otros temas también, comienzas a “curar” toda esta información, seleccionándola y organizándola por temas ayudado por herramientas como Scoop.it, Evernote o Diigo. Por si fuera poco, te apoyas en más herramientas para agrupar en una sola toda la información publicada en las demás, como Flipboard.


Es cuestión de actitud

Todo este proceso que toma parte de nuestro quehacer diario es un ejemplo de la construcción de un PLE. Es importante señalar que el andamio de este entorno personal de aprendizaje es la acción y no las herramientas. Estos instrumentos que vamos coleccionando nos sirven únicamente como medio para lograr nuestros objetivos de aprendizaje y lo primordial de esta serie de pasos es el pensamiento en colectivo: implicándose, compartiendo, preguntando, participando. El conocimiento es compartido gracias a una red distribuida que nos da forma y, mediante nuestra participación, le damos forma a la red.
Para finalizar, resalto dos características muy importantes de un PLE: su alcance y longevidad. Un entorno personal de aprendizaje va más allá de las instituciones y sus aulas, ya que logramos realizar conexiones con nuestros compañeros de institución y también con personas externas a ésta, ya sean individuos de nuestra localidad o ubicados en distintos países.
La duración de un PLE depende de nuestra actividad en red, estos entornos de aprendizaje pueden durar hasta toda una vida ya que nunca dejamos de aprender. ¡El PLE es como el aprendizaje mismo!

Si ayudamos a generar un entorno de aprendizaje sólido para cada uno de nuestros alumnos, aportaríamos a la formación de individuos con pensamiento crítico, activos, autónomos y autodidactas; apoyados en una comunidad participativa, colaborativa y generadora de conocimiento. Para esto ¿cómo podemos comenzar a aportar nuestro granito de arena dentro de las aulas?